Juan Alegría Licuime
Marcel Duchamp
Para el presente año los más importantes
museos de Holanda, España, Francia, Inglaterra y EE.UU, preparan
apoteósicas exposiciones, que tendrán como protagonistas
principales las figuras de: Rembrandt, Cézanne y Picasso. Es el
regreso a la pintura en su forma clásica: espacio, profundidad,
color, luz etc., las exhibiciones tienen como contexto los 400
años
del nacimiento de Rembrandt; el 25 aniversario de la llegada de
Guernica
a España; el aniversario 125 del natalicio de Picasso; y el
centenario
de la muerte de Cézanne. Este reposicionamiento de la pintura
tradicional,
resulta por lo menos, "sospechoso" (interés en reposicionar
la pintura tradicional en función de lógicas económicas,
necesidades del mercado del arte etc. ), en un contexto dominado
por una
heterogeneidad de discursos artísticos.
En la actualidad, el desarrollo de nuevas
propuestas artísticas
plantean un profundo análisis de los mecanismos y estrategias
que
posibilitan el discurso del arte. El eclecticismo y la falta de
solidificación
de las nuevas iniciativas instalan una gran interrogante sobre
esta problemática.
La profecía de la eminente muerte del arte, planteada por Hegel
en el siglo XIX, sigue suscitando las más variadas
interpretaciones.
Si, en la actualidad nos situamos bajo esta premisa, estaríamos
en presencia de un cadáver, donde su única vitalidad se
reduciría a su hedor putrefacto. ¿Pero cómo entender
entonces la proliferación de nuevas obras de arte?, de que
forma,
es posible explicarse el deseo de miles de personas que acuden
al cine,
van al teatro o escuchan música. De que modo, interpretar los
intereses
de las personas que visitan los museos. Para Ernst Fischer, el
ser humano
se identifica con una pintura, una escultura etc. , en función
de querer ser algo más que él mismo: quiere ser un hombre
total. Su objetivo es superar su singularidad debido a la
fragmentaridad
en que se desarrolla su vida. Busca en el arte elevarse por
sobre su realidad
y encontrarse con su colectivo. En definitiva para Fischer el
arte seria
una necesidad ontológica del ser humano. En este sentido, se
puede
entender la finalidad de crear imágenes por parte del hombre:
las
pinturas de altamira, lo sublime de la escultura Griega, los
trazos delirantes
de Van Gogh etc., son algunas de las manifestaciones de esta
necesidad
ontológica. Sin embargo, el panorama del arte y las practicas
artísticas
han sufrido profundas transformaciones, el agotamiento de la
modernidad
y la incorporación de nuevas tecnologías en las artes,
determinan
una profunda revolución de las tradicionales practicas
artísticas.
Un artista visionario de estas problemáticas, fue sin duda,
Marcel
Duchamp. La profunda revolución que provocan sus ready-made, y
su negación del concepto de obra, lo sitúan como un eslabón
clave entre la modernidad artística y el arte posmoderno
(poshistoria
del arte).
DUCHAMP Y LA AESTÉTICA
Duchamp es considerado el artista más influyente del siglo XX,
su nombre esta asociado: al movimiento retardado; al
desmantelamiento
del signo; la crítica de la pintura retinial; la pintura idea,
la negación de la moderna noción de obra; y la importancia
del contexto en la formación de la experiencia artística.
Junto a los anteriores conceptos, la obra de Duchamp se
caracteriza por
el silencio. Su prolongada inactividad contrasta con la idea de
producción
que se instala con los artistas modernos. Según Susan Sontag, el
silencio es una especie de opción: debido al conflicto que se
produce
cuando el espíritu choca con la condición de materialidad
del arte, quedan desenmascarados los instrumentos del artista; y
de esta
forma, la gratuidad del arte. Los artistas se enfrentan a la
peculiar
situación de destruir el medio por el cual materializaba su
espiritualidad;
de esta forma, la ruptura se constituye como proceso
fundamental; por
ejemplo: "Rimbaud ha ido a Abisinia para enriquecerse con el
tráfico
de esclavos. Wittgenstein, después de desempeñarse durante
un tiempo como maestro de escuela en una aldea, ha optado por un
trabajo
humilde como enfermero de hospital. Duchamp se ha dedicado al
ajedrez.
Al mismo tiempo que renunciaba de manera ejemplar a su vocación,
cada uno de estos hombres proclamaba que sus logros anteriores
en el campo
de la poesía, la filosofía o el arte habían sido
triviales, habían carecido de importancia 1".
En esta lógica, el gesto de Duchamp se plantea como el fin de
una
época, o la disolución definitiva del concepto tradicional
de arte; ¿ pero cuáles son las características del
desmontaje de la obra de arte que realiza Duchamp? , ¿cómo
se entiende el concepto de aestética ?.
En una primera instancia, Duchamp utiliza la
pintura como
medio, y no como un fin predeterminado, su evolución es del
fauvismo
al cubismo, en forma posterior, sus investigaciones se centrarán
en el estudio del movimiento. El esfuerzo de Duchamp consiste en
sustituir
la pintura, por la pintura-idea, su intención es reemplazar la
pintura olfativa y retiniana. Su máxima obra pictórica tiene
su concretización en "desnudo bajando la escalera". Considerado
como el cuadro que pone fin a la experimentación del cubismo; la
pintura representa el despliegue de varias figuras de mujeres,
que bajan
al unísono una escalera. Octavio Paz al referirse a la pintura,
destaca su violencia racional, en oposición a la violencia
física
de las obras de Picasso y define con estas palabras las
características
de la obra: "El desnudo es un antimecanismo. La primera
ironía
consiste en que no sabemos si quiera si se trata un desnudo.
Encerrado
en un corsé o malla metálica, es invisible. Ese traje no
recuerda tanto a una armadura medieval como a una carrocería o
a un fuselaje 2". Si bien, la
obra
se acerca a la imaginería del futurismo, la tentativa de Duchamp
consiste en plasmar el retardo del movimiento: o en otras
palabras, el
análisis del movimiento. La importancia de esta obra es
decisiva;
el rechazo de la pintura en el Salón de los independientes de
1912,
generó en Duchamp una profunda decepción del citado mundo
del arte. Posteriormente, en 1913 dejará definitivamente la
pintura.
El alejamiento de la pintura en ningún caso
significa
un receso en la actividad productiva, su primer "ready - made ",
rueda de bicicleta; instala una nueva forma de concebir la
producción
artística. Se trata de otorgar la categoría de arte a objetos
de consumo, a menudo de uso cotidiano, que a través de la
exclusiva
selección y presentación acceden a la categoría de
obras de arte. La irrupción de los ready- mades plantean una
pregunta
vital: ¿cuáles son las condiciones y características
para denominar obra de arte, a un objeto cualquiera? . En
conversaciones
con Pierre Cabanne, Duchamp responde de la siguiente manera,
ante la pregunta
por la metodología en la selección del ready-made: "debe
hacerle notar que no quería convertirlo en una obra. La palabra
ready-made no apareció hasta 1915, cuando fui a Estados Unidos.
Me interesó como palabra, pero cuando puse una rueda de
bicicleta
en un taburete, y la horquilla cabeza abajo, no había en ello
ninguna
idea de ready -made, ni siquiera de cualquier otra cosa, se
trataba, simplemente
de una distracción. No tenia ninguna razón determinada para
hacerlo, ni intención de exposición ni de descripción.
No, nada de eso 3". Las
características
medulares del ready -made se podrían resumir de la siguiente
forma:
son obras que remiten a materiales sencillos; son objetos
cotidianos;
son desechables; no tienen gusto; son objetos neutros. Los
ready-made,
se determinan como un estilo no plástico, en su sentido más
profundo es una creación artística a través de la
crítica, y la crítica a partir de la obra: no son obras
anti-artísticas, sino que se ubican en una zona intermedia entre
el arte y el antiarte. En términos generales, el ready-made es
un pretexto para activar una serie de ideas, donde lo central es
reflexión
por el contexto de la obra, idea que revoluciona la tradicional
lectura
de obra. En esta lógica, lo que determina finalmente que simples
objetos pasen a constituirse en arte, es la pérdida de la
función
de uso del objeto. El ready-made rompe con la idea de factura
del artista,
incorporando el gesto del artista; el objeto seleccionado al
azar genera
una disfunción donde se materializan una serie de
significaciones.
Esta descontrucción del signo, Duchamp la remonta a la obra de
Mallarmé. En la obra del citado poeta, la sintaxis de su poesía,
se ve interrumpida por la utilización de la sinestecia y
jitanjáfora
(incompatibilidad semántica), desmantelando la noción de
signo poético. Pero no solo en la poesía de Mallarmé,
encontró Duchamp elementos para su peculiar visión del arte;
también forman parte de su soporte teórico, las obras de
Raymond Roussel y elementos de la filosofía de Bersong.
En la ventana preservando
el sándalo viejo que se desodora
de su viola chispeante
otrora con flauta o mandora.
(Extracto poema la Santa -
Mallarmé
poesía completa)
Si bien, el dispositivo duchampiano del
ready-made, produce
una profunda interrogante en lo relativo a la obra de arte, y su
materialidad.
En el ámbito de la estética, surge inmediatamente la pregunta
¿cómo aplicar el concepto de gusto, en una obra que se aleja
radicalmente de la noción de obra?. La crítica de Duchamp
se instala en la médula de lo que se conoce como "estética
", entendiendo por estética la disciplina que en el siglo
XVIII, logra enlazar los conceptos de arte y belleza, que en la
persona
de Baumgarten toma el nombre de doctrina del conocimiento
sensible.
La neutralidad de los objetos que utiliza
Duchamp, frena
inmediatamente cualquier acercamiento o intención de reflejar
belleza,
y si bien su crítica resulta con un ligero tinte de platonismo,
en el sentido de privilegiar la idea en desmedro del objeto, su
finalidad
no persigue instalar valores o nuevos conceptos. En cierto modo,
Se trata
de cambiar la forma de mirar el arte; para Duchamp la obra debe
ser utilitaria
y desechable. De esta forma, se rompe con el concepto de
genialidad, o
talento especial, para producir objetos artísticos. Su
concepción
de gusto queda reflejada de la siguiente manera, ante la
pregunta de Cabanne:
"- Para usted, ¿qué es el gusto? M D- una costumbre.
La repetición de una cosa ya aceptada. Si se empieza de varias
veces alguna cosa se convierte en el gusto. Bueno o malo es lo
mismo,
es siempre gusto 4".
No hay duda, que el concepto de obra que instala
Duchamp
introduce profundos cambios en la forma de percibir el arte.
¿Pero
cómo se puede explicar esta nueva cosmovición del fenómeno
artístico?, una posible respuesta se puede encontrar en los
planteamientos
de Gombrich . Para éste la historia del arte occidental, en lo
que respecta a la representación visual del mundo, es la
historia
del aprendizaje de la realidad en que está sumergido el sujeto.
En este sentido, la representación visual refleja los errores y
aciertos del comportamiento adaptativo y cognitivo del hombre.
Entonces,
habría que entender los ready-made como la visualización
de un mundo que encuentra su ser en la ruina. Esta afirmación
establece
paralelos con la teoría no aurática del arte de Benjamin;
en la cual la reproducción técnica (cine y fotografía)
revela la condición mortuoria de la obra de arte. En esta
lógica,
la obra importa ya no como ente sagrado, sino como ruina: se
trata de
percibir la obra como no perteneciente a la historia, de buscar
el origen
de su lenguaje perdido; ya que la ruina no puede ser reconocida
en ninguna
representación o símbolo, esta se revelará solo al
espectador en su carácter alegórico. En la obra de Duchamp,
bien se puede hablar de aestética: es decir la negación
de los valores que construyeron la moderna concepción de arte.
DUCHAMP Y EL POSMODERNISMO
Desde finales de 1950 y en los comienzos del 60, se instaló en
el plano cultural, histórico, artístico etc., la conciencia
de un cambio epocal, los límites de la modernidad habían
sido rebasados por una serie de fenómenos: la conciencia del
agotamiento
del proyecto ilustrado del siglo XVIII; el traslado del concepto
de progreso
de la cultura a la economía y la tecnología; el reemplazo
de una cultura industrial por una sociedad de la información,
los
cambios en la arquitectura; la irrupción de neoconservatismos en
el orden político y religioso; crisis de la visualidad o
representación;
realidad virtual; simulacros y conflictos étnicos, forman parte
entre otros elementos de lo denominado posmoderno.
El proyecto de la ilustración, y sus fracasos en
pro de fijar la identidad del sujeto racional, como así mismo,
el otorgar autonomía y libertad a la humanidad, encontró
su final en las tragedias de las guerras mundiales. El sujeto
moderno
como en la tragedia de Edipo, descubrió con horror que su
búsqueda
de verdad y progreso lo conduciría a la autodestrucción.
En este contexto, en la modernidad artística se encontraría
las ruinas que delatan el cambio de época o el cambio en la
sensibilidad
artística, planteado por el ready-made.
Si bien, la modernidad artística no tiene una
fecha
exacta de concretización, se sostiene que ésta comienza
alrededor del siglo XVIII, junto con la creación de la
institución
museo y la elaboración del concepto de arte y estética.
Para muchos la visualidad moderna se concreta con el cuadro "Las
señoritas de Avignon "de Picasso; donde se proclama un nuevo
modelo antirrepresentacional. El cubismo plasmaría lo que son la
multiplicidad de visiones de la modernidad, gesto que tiene su
origen
en el principio de incertidumbre del físico Werner Heisenberg,
en la cual se plantea que siempre existe incertidumbre en la
medición
simultáneas de partículas. Sin embargo, la revolucionaria
técnica del cubismo, se enmarca en la tradición del progreso
de la pintura, e incluso los materiales siguen siendo
tradicionales: tela,
óleo, aceites etc., sin embargo, hay que destacar la creación
del collage como un hito importante del cubismo. Por el
contrario, la
irrupción del dadaísmo en el panorama del arte, se constituye
como una especie de ruptura epistémica. El movimiento Dada se
constituye
principalmente como la expresión que adopta la juventud frente
a la insensatez política y social de la época. La producción
del movimiento se destaca por su heterogeneidad: poemas
polifónicos,
recitales, obras plásticas irracionales, fotomontajes, collages,
y una serie de perfomances. La misma palabra Dada, tiene un sin
fin de
interpretaciones; aunque la más aceptada es "caballito de
madera ". Pero el Dada era mucho más que un movimiento
artístico:
"Era todo eso, y al mismo tiempo todo lo contrario:
antiartístico,
provocador en lo literario, travieso en lo musical, radical en
lo político
y antiparlamentario, pero sobre todo infantil. De ahí que muchos
dadaistas cultivasen simultáneamente varias vertientes de su
talento,
y que invirtiesen la misma dedicación e inventiva tanto en el
recitado
de sus obras como en las más diversas técnicas plásticas 5". Si bien, en primera instancia
el movimiento tuvo su centro de operaciones en Cabaret Voltaire
(en Zúrich),
la influencia de Dada se extendió a otras zonas de Europa.
Posteriormente,
Berlín y París se convertirán en el centro de la
irreverencia del movimiento. La influencia de Dada se deja
sentir también
en Nueva York , aquí el movimiento será dirigido principalmente
por Marcel Duchamp, Francis Picabia, Man Ray, Alfred Stieglitz, y
Walter
Arensberg.
La adhesión de Duchamp al movimiento Dada, será
de vital importancia; su renuncia al gesto artístico a través
del ready-made, pone en evidencia la falsa conciencia que
concibe al objeto
de arte como una peculiar posesión privada; y no como un objeto
del proceso de un esfuerzo intelectual. Lo anterior, inserta una
profunda
crítica al establishment en que circulaba la obra de arte. El
cuestionamiento
de Duchamp pone en evidencia el carácter mercantil del arte, de
este modo, su crítica apunta a toda la institución arte.
En términos generales, la crítica de Duchamp
se inserta en un período que deja entrever un agotamiento del
proyecto
moderno. Esta disipación se manifiestas en todos los ámbitos
de la sociedad: "asistiríamos a la pérdida de legitimidad
de aquellas narraciones modernas que operaron en términos de
filosofías
de la historia: concepción de un devenir emancipador de los
hombres
y de las sociedades, protagonismo del sujeto moderno como el
lugar de
la enunciación racional de la verdad y de la transparencia de
los
sentidos de la realidad, visión del derrotero humano como un
progreso
indeclinable hacia la libertad, hacia la absoluta soberanía de
los pueblos y la justa igualdad en la distribución de las
riquezas
6". En este contexto,
variados
esfuerzos se realizaron en pro de consensual el arte con los
ideales de
la modernidad (progreso material y económico, maquinismo,
aceleración,
innovaciones tecnológicas y un incremento de los flujos de
información).
Diversos movimientos y artistas se mostraron optimistas y
entusiastas
con la estética del maquinismo, los cubistas, futuristas,
constructivistas
y especialmente la Bauhaus7 se dedicaron a crear "un estilo
moderno
", que desarrollara ciertos lineamientos universales, que
transcendiera
las culturas nacionales. Sin embargo, la guerra y el fascismo
terminarían
con aquel optimismo.
Tras el término de la Segunda Mundial, la cuidad
de Nueva York va a asumir el papel de capital del arte mundial,
en detrimento
de París; y el expresionismo abstracto se impone como el estilo
dominante en el panorama artístico. En 1940 el influyente
crítico
de arte Harold Rosenberg, describía con entusiasmo las virtudes
del expresionismo abstracto y lo calificaba como uno de los
últimos
movimientos artísticos modernos. Posteriormente, la aparición
del arte Pop y el retorno a la figuración, causaron alboroto y
sensación. El Pop surgió en esencia de un cambio de fuentes,
en lo referente a la obra de arte y el concepto tradicional de
estética.
El uso del collage, y los ready -made, habían abierto un campo
de infinitas posibilidades. El collage y los objetos de uso
cotidiano,
fueron inteligentemente explotados por la generación de
posguerra,
el collage se transformó en "el arte del asemblage ":
un medio de crear obras de arte a partir de elementos
preexistentes; en
la cual el gesto del artista consiste en seleccionar los objetos
a utilizar.
De esta forma, quedan presupuestadas las bases del arte
posmoderno: minimalismo,
arte ecológico, happenings, arte povera, escultura abstracta y
arte conceptual, son algunas de las expresiones del fenómeno
posmoderno.
Si bien, algunos críticos reconocen la emergencia de varias
tendencias
posmodernas en el ambito estético, se podría plantear al
menos dos: una corriente conservadora que abandona toda crítica
y transgresión, y por otro lado, un movimiento alternativo que
apuesta a las practicas de resistencia . Dos tendencias con
profundas
diferencias, pero que tienen origen en el collage, la
perfomance, y el
ready- made.
LA MUERTE DEL ARTE
Los signos de la muerte en el cuerpo humano se manifiestan de
diversas
maneras: el sujeto parece estar sumido en un sueño, se suspenden
las actividades del corazón y la respiración, se produce
una pérdida del tono muscular, entre otras características
fisiológicas. ¿Pero cuáles son las características
o huellas de la profetizada muerte del arte?. Resulta paradójico
pensar en la visualización de la citada muerte; sin embargo, hay
gestos importantes que ponen en evidencia el fin de una
tradición
visual occidental. Desde el paleolítico hasta las figuras
cubistas,
existe la sensibilidad de crear visualidad en función de
presentar
objetos, ya sea como: mímesis, nímesis, expresión,
espiritualidad etc., sin embargo, a un resultado completamente
distinto
llegaron Duchamp y Malevich8. Estos dos artistas, alcanzaron el
denominado
grado cero en el arte: se entiende por grado cero, cuando se han
violado
y transgredido las normas básicas de una determinada disciplina.
La radicalidad de estos artistas consiste precisamente en la
negación
del objeto, Duchamp a través de la presentación del objeto
(el ready -made como objeto aestético) y malevich a través
de la no-presentación del objeto. ( cuadro blanco sobre fondo
blanco),
estas acciones rupturistas pusieron en evidencia la fragilidad
de la visualidad
moderna , planteando un cambio epocal o con otras palabras la
caída
de los paradigmas estéticos modernos .
En este contexto, la profética sentencia de Hegel
se hace realidad: "el arte ha cumplido su sentido, pero ya ha
perdido para nosotros su verdad y su vida. No es precisamente
arte sino
ciencia del arte 8". En
el
sistema de Hegel, el arte forma parte del espíritu absoluto; y
está en una relación de inferioridad con respecto a la religión
y la filosofía. En esta lógica, el arte sería un
estadio más en la preparación del concepto. Hegel sitúa
el triunfo del espíritu absoluto en el momento romántico:
se trataría del un proceso dialéctico donde la intuición
(tesis), se opone a la representación (antítesis), resultando
la primacía del concepto (síntesis). Bajo estas premisas
el arte sería cosa del pasado, una especie de ilusión o
en el mejor de los casos una filosofía ilusoria.
Estaríamos entonces, en una etapa decisiva en lo
referente a la producción artística, donde la creación
de arte plantea dialécticamente la problematicidad de su
permanencia
y trascendencia. Sin embargo, lejos de acotarse las
posibilidades de reflexión
y debate, el arte plantea diariamente nuevos desafíos. En este
sentido, la institución arte debe superar una especie de
tanatofobia,
que impide valorar las infinitas oportunidades que abre la
tecnología
y los nuevos sistemas de representación y visualidad: arte
digital,
arte callejero, instalaciones, neoexpresionismos, e
intervenciones urbanas.
Estas expresiones rompen totalmente con las lógicas de
categorizar
y clasificar fenómenos estéticos. Al parecer los alcances
de los postulados de Hegel, pueden entrever otras posibilidades
de las
practicas artísticas; en un período donde las instituciones
políticas, sociales y culturales se desconectan de los problemas
y vivencias del sujeto, el arte puede encontrar un terreno
propicio para
recuperar su protagonismo en la sociedad.
PALABRAS FINALES
Sin duda, Duchamp se presenta como el artista más influyente del
siglo XX, la creación de los ready -mades instalaron infinitas
posibilidades en la forma de concebir el arte. El doble gesto de
Duchamp,
de romper con la tradición de confección de la obra artística,
y por otro lado, la negación del objeto (técnica), establecen
una doble crítica: se plantea la caducidad de la obra de arte y
por otro lado se impugna la glorificación por la máquina
y la técnica. Finalmente, la obra de Duchamp se instala como un
elemento imprescindible para pensar nuevos métodos o
experimentaciones
artísticas; se entiende en este sentido, la sentencia de André
Breton, quien reconoció en Duchamp, la inteligencia más
sobresaliente del siglo XX.
NOTAS___________________
1 Sontag Susan, "Estilos Radicales ". Editorial Taurus, Madrid,
1997. Pag 16.
2 Paz Octavio, "Apariencia Desnuda ". Ediciones Era S, A.
México, 1985. Pag 21.
3 Cabanne Pierre, "Conversaciones con Marcel Duchamp".
Editorial
Anagrama, Barcelona, 1984. 70 -71
4 Cabanne.OP.CIT. Pag 72
5 Elger Dietmar, "Dadaísmo". Taschen, Barcelona 2004.Pag
6.
6 Casullo Nicolás, com. "El Debate Modernidad Posmodernidad
". Ediciones el Cielo por Asalto, Buenos Aires, 1995. Pag
17-18
7 La escuela de la Bauhaus fue fundada por el arquitecto
Walter Gropius
en Weimar en 1919 y se convirtió en el centro del diseño
moderno en Alemania en la década de 1920. Su filosofía,
que reflejaba ciertas corrientes socialistas. Su objetivo
central era
llevar el arte y el diseño a la vida diaria.
8 Hegel Friedrich, "De lo bello y sus formas". Por Granell
Manuel. Editorial Espasa- Calpe, S.A. Madrid, 1985. Pag 23.
Tomado de:
http://www.critica.cl/html/alegria_licuime_01.htm
|