"Y los galaaditas tomaron los vados del Jordán a los de Efraín; y aconteció que cuando decían los fugitivos de Efraín: "Quiero pasar”, los de Galaad les preguntaban: "¿Eres tú efrateo?” Si él respondía que no, entonces le decían: "Ahora, pues, di Shibboleth.” Y él decía Sibolet; porque no podía pronunciarlo correctamente. Entonces le echaban mano, y le degollaban junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín cuarenta y dos mil.”
Libro de los Jueces, [cap. 12]
Para Derrida hablar no es lo mismo que escribir, pero como en todas sus puntuales anotaciones, sabemos que no se refiere a la simple y obvia diferencia entre la voz y el texto; sino a un complejo sistema de relaciones desde el interior de una lengua que entrelaza la escritura y la fonética; ambas, inseparables de una cultura determinada históricamente y del propio individuo que las expresa. El ser lingüístico, nos guía hacia la revelación de lo que es posible expresar y lo expresado, confrontado con lo inexpresable y lo inexpresado. Voz vs. Texto, su relación y difer(a)ncia, es lo que abordaré en este breve ensayo, atendiendo en particular al elemento que los une: la Palabra; y esa palabra es ‘Schibboleth’....
Para preparar esta conferencia, tomé un
texto muy citado, «¿Qué es la crítica?», de Foucault, entré en una
cafetería y me lo leí otra vez de un tirón. Quiso el azar que junto a mí
se sentaran dos mujeres que, gracias a algún retazo de su conversación,
no me costó reconocer como madre e hija. Ambas se encontraban en un
estado que tal vez habría que describir como situación de crisis
post-adolescente. A todo lo que decía la madre, ya se tratara de
consejos, comentarios o intentos de dirigirse a la hija como amiga, como
autoridad paterna o como extraña, ésta replicaba con una enconada
resistencia. La hija intentó a continuación hacer frente a la madre con
la misma actitud adulta, sabelotodo, aburrida y pausada. Pero por encima
de todo estaba agobiada. Y dedicada a una empresa que tal vez podríamos
describir como tentativa de no ser gobernada, de no ser gobernada hasta
tal punto y de esa manera por su madre, sus padres, su medio, por la
sociedad, sus maestras y maestros, la escuela, los centros de formación,
las normas y preceptos que tratan de encarrilar su vida.....
""La
tendencia no es en ningún sentido una ley necesaria e ineluctable que
gobierna la realidad. La tendencia es un esquema general; toma como su
punto de partida un análisis de los elementos que van a componer una
situación histórica dada. Sobre la base de ese análisis, define un
método, una orientación, una dirección para la acción política de masas.
[…] La razón está preparada para aceptar los riesgos de esta aventura:
de hecho la verdad de la tendencia yace en su verificación práctica. […]
[El] objetivo fue siempre traducir las previsiones teóricas a la
política y a la práctica –y, fundamentalmente, plantear (a este nivel),
siempre, el problema de la organización. Entonces, si vamos a ser
acusados, seamos acusados no de economicismo sino de un problema
genuino, de nuestro retraso en encontrar una nueva solución al problema
de la organización. Aceptaríamos tal acusación críticamente y nos
abocaríamos a resolverla, dentro y a través del movimiento”[1].
[El presente texto, inédito en español, apareció en The New Yorker
el 21 de diciembre de 1987. Resulta extraño, pero hasta ahora nunca fue
incluido en ninguna recopilación de la autora. En él Susan Sontag narra
una visita juvenil hecha a Thomas Mann en 1947, cuando éste vivía con
su familia, exiliado, en Pacific Palisades, al sur de California.]
Todo lo que rodea mi encuentro con él está teñido de vergüenza. Diciembre,
1947. Yo tenía catorce años y rebosaba de impaciencia y admiración
vehementes por la realidad a la que viajaría una vez liberada de esa
larga condena, mi niñez. Final casi a la vista. Ya en penúltimo año
terminaría la secundaria todavía con quince.....
Hace
tiempo hice firme promesa de rechazar toda clase de homenajes,
banquetes o fiestas que se hicieran a mi modesta persona; primero, por
entender que cada uno de ellos pone un ladrillo sobre nuestra tumba
literaria, y segundo, porque he visto que no hay cosa más desolada que
el discurso frío en nuestro honor, ni momento más triste que el aplauso
organizado, aunque sea de buena fe. Además, esto es secreto, creo que
banquetes y pergaminos traen el mal fario, la mala suerte, sobre el
hombre que los recibe; mal fario y mala suerte nacidos de la actitud
descansada de los amigos que piensan: "Ya hemos cumplido con él".....
De acuerdo con el origen
lingüístico del concepto de traducción, la noción de "traducción cultural”
remite inmediatamente a un contexto de la expresión. De ser cierto que,
como afirma Roman Jakobson, "el significado de cualquier signo lingüístico es
su traducción por otro signo alternativo que puede sustituirlo”, y que por
medio de dicha traducción un signo se puede "convertir en otro signo más explícito”...
La crítica no es en modo alguno una
posición más allá de los modos de gobierno; es una actitud que sostiene el
carácter virulentode
las luchas. La crítica es el persistentecuestionamiento...
La obra de Nicholas Carr pertenece al género de «libros sobre
catástrofes medioambientales», solo que en este caso el medio ambiente
del que se habla es nuestro cableado neuronal y sus conexiones
sinápticas, y el agente tóxico no es un plaguicida ni las emisiones de
CO2 a la atmósfera
No more images like this for the future. Taken at Glastonbury festival, UK (Image: burge5000/ Flickr)
Nadie en 1945, al acabar la Segunda Guerra Mundial, hubiera podido
prever la historia de éxitos que ha sido la europea desde entonces.
Ayudada en la económico, en lo politico y en lo militar por Estados
Unidos...
(extret de El deseo según Deleuze, de Maire Larrauri. Ed. Tándem. València.2000)
"Se ha señalado a menudo que la tela de
araña implicaba en el código de este animal secuencias del código mismo
de la mosca; se diría que la araña tiene una mosca en la cabeza, un
"motivo” de mosca, un "ritornelo” de mosca”.....