Mario Rodríguez Guerras
1. Introducción
La afirmación, que
nadie rebate, de que el arte constituye un lenguaje bien parece una verdad
asentada ya como concepto en la sociedad de la que nadie duda pero de la que
nadie parece saber nada más por lo que se presenta como innecesario todo
intento de dar ulteriores explicaciones –y el atenderlas.
Nuestro empeño en
resucitar esta cuestión nace de nuestra oposición a las numerosas teorías que
identifican el arte del siglo XX con la subversión y llegan a la conclusión de
que toda manifestación de un artista plástico debe ser corrosiva si quiere ser
arte.
No ocultamos nuestro
desconsuelo por el hecho de que se haya
visto en una manifestación tan noble un uso tan interesado y que se haya
llegado a identificar los fines con los medios y, más aún, que se haya
conseguido establecer esta forma de analizar el arte como la única forma, si no
posible, si admisible por la sociedad en la que el cargo de sus defensores
convierte sus deseos en leyes.
Hemos manifestado en varias
ocasiones, y seguiremos haciéndolo, pues es ejemplo es suficientemente
convincente, que güelfos y gibelinos utilizaban el gótico con fines opuestos,
de lo cual no cabe sino deducir que la intención de aquellos nada dice del
gótico que se extendía por encima de sus disputas. Esta forma de utilización de
un estilo demuestra también que el arte no siempre ha sido corrosivo y la
historia enseña que, al contrario, el arte se ha empleado secularmente para
ensalzar el poder, solo recientemente para cuestionarlo. Aunque esta afirmación
es un tanto cuestionable pues, bien mirado, es el pueblo el que últimamente
parece poseer el poder y el empleo del arte es una de las formas que utiliza
para reclamar sus derechos.
2. La comunicación
La existencia de una información
que se quiere trasmitir es el origen de la comunicación, es decir, su razón. Esa información puede tratar:
a) de sentimientos,
b) de sucesos y
c) de datos o conclusiones.
El contenido,
generalmente, es una información pero, también, puede ser una petición de
información (¿qué hora es?) o de actuación (pásame la sal), o una imposición de
esto mismo (dame la combinación de la caja, exigiendo un dato; o, dame el
dinero, exigiendo un acto). El contenido es muy variado y no puede definirse
con un término concreto. Suele referirse
como "información” pero este término limita su contenido a un tipo determinado
y con el uso del término "mensaje” quedarían confundidos el contenido y el
continente. Nosotros limitamos el término mensaje para el continente; y, para
aquello que expresa, el de contenido y, por su uso generalizado, el de
información.
Veremos que al igual
que existen tipos de contenido existen tipos de mensajes, por cierto, que mostrarán
los mismos tipos y serán consecuencia de ellos.
De lo dicho se puede
deducir la diferencia entre información (o contenido) y comunicación. La
comunicación es el proceso de trasmitir información (el contenido). El mensaje
es otro de los elementos de la comunicación. El mensaje es la forma en la que
se contiene la información. Si quiero comunicar que "te quiero” puedo decir "te
quiero”, "I love you”, o dibujar un corazón. El hecho de que comúnmente se
emplee el término "mensaje” con dos significados diferentes y no se perciba se
debe al empleo de un mismo idioma para hacer referencia al continente ("te
quiero”) y al contenido (te quiero) que quedan confundidos. Empleando dos
idiomas distintos entendemos que el continente (I love you) es una cosa y, el
contenido (te quiero), otra. La trasmisión es la forma de hacer llegar el
mensaje a un tercero, hablando a un oyente próximo, enviando una carta a un
receptor lejano… Los conceptos son los
siguientes:
Comunicación es el
hecho de trasmitir un contenido.
El contenido es la información,
la petición o la imposición que se trasmite
Trasmisión es el
hecho de entregar un mensaje.
Mensaje, el
continente, es la forma en la que se presenta el contenido.
Lenguaje, como nombre
genérico, es el método de construir e interpretar mensajes.
Lenguaje, también, es
el método concreto de crear mensajes verbales.
3. La información
La existencia de la
comunicación corresponde a una necesidad, el deseo de trasmitir una
información. Entonces, la información es un elemento previo a la comunicación.
Pero, a la vez, la información era el contenido del mensaje. Finalmente, la
información acabará en poder de un tercero. Podemos entender este proceso de
traslación de un conocimiento de una persona a otra como el sentido de la
comunicación que es lo que la da origen, es decir, el fundamento es la capacidad del hombre de expresar y recibir información.
4. El mensaje
La causa de que se produzca la
comunicación debe ser algo empírico, la traslación del mensaje al receptor, que
debe ser algo real susceptible de manipulación, por ello, causa, también y ante todo, será la creación del mensaje
A) Confección del
mensaje
La información es
solo un conocimiento. El emisor debe trasformarla en objeto real (aunque puede
ser inmaterial), en voz, escritura, pintura… para poder trasmitir algo cierto,
es decir, debe configurar el mensaje.
El mensaje puede
configurase de tres formas distintas según el principio que se elija para su
confección.
a) La primera, seguirá el principio espiritual e imitará las reacciones humanas.
b) La segunda, seguirá el principio material y representará las acciones humanas
c) La tercera, seguirá el principio racional y argumentará los actos del hombre.
La forma de construir
el mensaje responde a los tres principios universales ya mencionados y estas tres formas generales se muestran,
cada una de ellas, en tres tipos concretos que es lo que conocemos como
lenguajes.
A efectos de aclarar
esta cuestión y desarrollarla plenamente podemos añadir que, en el mensaje,
podemos distinguir, como en el arte, la materia, la técnica y la figura o bien,
eligiendo unos términos adecuados a la cuestión, los elementos, las formas y
los medios.
Los elementos son:
a) el gesto sensible
b) la imagen sensible y
c) el concepto abstracto
Las formas del
mensaje son tres,
a) la forma figurada,
b) la forma figurativa y
c) la forma verbal.
Los medios de mensaje
son, también, tres pues son consecuencia de las formas y son:
a) la miméis, por
medio de gestos (la mímica) o de señales;
b) la representación, mediante signos o formas; y,
c) el lenguaje, hablado y escrito.
Si el mensaje es "I
love you”, utilizo conceptos que son una forma verbal propia de los idiomas. Si el mensaje es el
dibujo de un corazón, utilizo una imagen, perceptible por los sentidos,
representada, esto es, imagen de la realidad. Si beso mis dedos y soplo en
ellos en dirección a mi amada, recurro a un gesto perceptible por los sentidos,
esto es, sensible, imitando un acto real.
La comunicación se
ejerce, como hemos dicho, por distintos medios: Lenguaje (comunicación verbal),
representación (dibujos) y simulación (gestos). Los medios poseen tipos:
hablado o escrito, para el lenguaje; formas o signos, para la representación; y
gestos o señales, para la mímesis.
Existen modos
distintos en la ejecución, por ejemplo, prosa y verso, estos producen los
"estilos”. Dentro de estos también encontramos diversas formas de expresión,
por ejemplo un lenguaje culto y otro vulgar, lo que denominaremos "modos”.
B) Trasmisión de
la información
El ser humano, que es
quien nos interesa, trasmite información de diversas formas. Por ello, veremos,
a continuación, los tipos de trasmisión:
I.- Sin mensaje
La primera de ellas
es a partir de sus propios actos, esto es, de su existencia. Lo particular de
este caso es que el mérito de la trasmisión está en la capacidad del receptor
de interpretar los actos:
a) muestra su estado biológico (vive, sufre, muere…).
b) realiza actividades propias de la existencia material
(come, duerme, anda…).
c) muestra gestos de su ánimo y carácter (ríe, llora, se
enfada…).
La información se
capta a partir de toda la existencia y
no de forma exclusiva de los mensajes enviados por quienes son capaces de
generar lenguajes. El sol nos da luz y calor; las nubes, agua y frío; la piedra
es dura, el agua, líquida, el barro blando… todo objeto y fenómeno naturales proporcionan
información que se percibe a través de
los sentidos sin que la naturaleza tuviera determinado trasmitir datos a un ser
capaz de recibirlos.
II.- Con mensaje codificado
La segunda forma de
trasmisión es la trasmisión deliberada y, por lo tanto, necesariamente
codificada, esto es, el hombre, consciente de la existencia de una trasmisión
natural de información, sustituye los actos naturales por otros determinados que
los "representan” y que logran el mismo fin, es decir, materializa la
información creando un mensaje:
a) hace señas para indicar algo a sus congéneres.
b) realiza representación de imágenes con la misma
finalidad
c) se expresa mediante conceptos
III.- Con mensaje simbólico
La tercera forma es
una forma elaborada de la trasmisión deliberada, lo que llamamos arte. Por
ello, tenemos, con un desarrollo metafórico del mensaje codificado:
a) artes espirituales: música, baile, poesía.
b) artes materiales: arquitectura, escultura, pintura.
c) artes racionales: Performance, cine, arte conceptual
El arte, como se
puede apreciar, es una forma elaborada de la trasmisión deliberada de
información entre hombres, cada una de las cuales (de las formas) dispone de
sus medios particulares que generan y utilizan códigos propios. Hablar del arte
como de un lenguaje ni es una expresión poética ni metafórica, es una verdad absoluta.
El arte está formado por un conjunto de códigos que, al utilizarlos de forma intuitiva
o metafórica, configuran un mensaje simbólico cuyo fin es el de trasmitir una
información a quien sepa captarla.
C) El concepto de trasmisión
En el apartado 2,
hemos definido la comunicación como trasmisión de una información y, luego, la
trasmisión como la entrega de un mensaje, lo cual pudiera resultar confuso.
Como se ha visto,
existe una trasmisión involuntaria de la información ya que la recepción de la
información no siempre constituye una trasmisión deliberada de datos. Cuando un
león ruge, lo hace deliberadamente para establecer su poder y evitar una lucha.
Pero, cuando un león se come una cebra, lo hace por saciar el hambre y, no
obstante, las demás cebras han recibido la información de que los leones comen cebras.
Cuando un hombre
escribe una carta, un acto deliberado, está creando un mensaje y, cuando la
envíe por correo, estará trasmitiendo ese mensaje mediante un intermediario al
destinatario.
Este mensaje, la
carta, está formado por códigos que representan los datos que se desea
trasmitir, por lo tanto, el mensaje es la representación de la información. Este
acto de "representar” la información le denominamos deliberadamente, también,
trasmisión aunque, menos confusión crearía el término representación. Insisto,
se traslada la información conocida al mensaje mediante el uso de un código.
En definitiva, existe
una trasmisión de datos del emisor al
mensaje a la hora de confeccionarle (codificación); existe una trasmisión del
mensaje que llamaremos trasmisión directa
del mensaje desde el emisor al receptor (cuando están próximos, por ejemplo, se
hablan) para distinguirla de la trasmisión a distancia del mensaje desde el
emisor al receptor cuando están distantes en el espacio o el tiempo (utilizando
el teléfono, el correo o la radio) que será una trasmisión indirecta o mediada del mensaje hasta el receptor; y
existe una trasmisión de los datos del
mensaje al entendimiento del receptor (decodificación) que, se supone, es
capaz de trasformar los datos en información por conocer el código empleado
para confeccionar el mensaje (cuando hablan el mismo idioma). La comunicación
es un proceso formado por una serie de trasmisiones a la que nos referimos como
proceso de trasmisión, y, con estas aclaraciones, creemos haber resuelto toda
la confusión que genera el uso de un mismo término en cuestiones diferentes.
5. El contenido
La razón, no solo de la comunicación sino
de la recepción de toda información, es la relación entre el mensaje y el
contenido, o sea, el hecho de interpretar mensajes, de comprender las
cualidades de los objetos y de entender los fenómenos (no la capacidad como en
el fundamento sino el proceso de codificar o decodificar mensajes para
convertirlos en información). La comunicación es un proceso que consta de tres
ó cuatro pasos cada uno de los cuales posee sus propios elementos pero nosotros
hemos simplificado esta explicación para no ofrecer tres exposiciones muy
similares.
El emisor pretende
convencernos de que aquella información que nos presenta son ideas universales
cuando quizás solo expresan su interés aunque es muy probable que ese interés
se corresponde con la corriente del pensamiento de su tiempo y, entonces, queda
confundido lo universal con lo coyuntural y, por ello, la información no posee
un valor superior a la "verdad” que pretende destronar y casi siempre ocurre
que la vieja verdad era superior, en cuánto idea, a la nueva pero sus
protectores la corrompieron en la búsqueda de su beneficio personal.
El fin de la creación
artística, como la creación de cualquier mensaje, es expresar un determinado
modo de sentir que el artista ha reafirmado al crear su obra de acuerdo con el
estilo de su tiempo (tanto en el arte, como en el idioma cuya evolución debe
entenderse como un estilo al compararlo con la forma de hablar de los antepasados).
Esta ambivalencia de contenido y forma (por estar generados a partir de un
mismo principio temporal) que aparece en el arte no resulta tan evidente en el
lenguaje y es tan profunda en la simulación que parecen confundirse.
Que ese contenido
posea un valor universal, temporal o
personal, dependerá de la percepción que el artista tenga de la existencia.
El artista hace dos cosas, crea una información y la trasmite mediante la
elaboración de una obra de arte ejecutada a su manera. La relación entre el
pensamiento general de un tiempo y el modo de representación artística están
tan íntimamente ligados que, en general, todo artista expresará mediante un
estilo temporal los valores de su época. Las ideas universales son muy elevadas
pero no son útiles a la vida según la hemos construido, son hitos sobre los que
tomar medida del pensamiento de cada tiempo. Y, en cuanto al interés personal,
aparentemente despreciable, goza de gran éxito y, desde un punto de vista
artístico, ello no impide que se pueda analizar el medio empleado para
trasmitir ese contenido.
6. La intención
Cuando Manzoni dice
"mierda” produce un efecto corrosivo contra lo que la cultura tradicional
entendía por buenas formas pero no por ello se ha dicho nada acerca del
lenguaje pues el señor Manzoni ha podido decir "oro” ya que el lenguaje del
arte se lo permitía y, en cualquiera de los dos casos, podríamos analizar su
arte. El artista que quiere trasmitir una información elige los conceptos adecuados
con los que configurarla. Si el artista desea ser corrosivo dirá "mierda”, si
desea ser diplomático dirá "oro” pero cualquiera que sea la intención del
artista esa no debe extenderse al arte.
La escatología
manzoniana no significa que el arte sea escatológico y solo demuestra la
capacidad de expresión del arte, es decir, que el arte puede expresar cualquier
cosa que desee trasmitir el artista. No siempre podremos descubrir los motivos del artista pero podemos
denunciar su existencia. El efecto corrosivo no pertenece al arte, pertenece al
artista. El arte es aséptico, no existe un arte en sí corrosivo, lo que se ha
producido es, por parte de los sabios, una interpretación corrosiva del arte y,
en algunos casos, por parte de los artistas, una utilización corrosiva de sus
obras.
Pero incluso esta
interpretación que han hecho los sabios de asignar un efecto destructor al arte
como ingrediente necesario de la creación es una descripción parcial, luego esa
interpretación es falsa, ya que la corrosión solo se produce en las personas
que tienen una ideología contraria a la del artista y entre sus correligionarios
su obra no produce malestar sino satisfacción. Con su astuta interpretación del
arte, los sabios se han asegurado de que sus oponentes no pretendan utilizar el
arte en su contra.
Por un lado, tenemos
la información que se trasmite, por otro, el mensaje. Lo primero, es el
contenido, lo segundo, es la forma. Muchos perciben la información e
identifican el arte con la información y se olvidan de la existencia evidente
de la forma en que ha sido construido el mensaje. El origen de esta confusión
se produce por el uso del término "mensaje” con dos significados distintos,
contenido y continente, o, información y forma.
El hecho de que en el
idioma español exista la palabra mierda no significa que nuestro idioma sea
corrosivo, significa que nuestro idioma es capaz de trasmitir todo aquello que
el hablante desea expresar. Lo corrosivo será el uso de ciertas palabras por
ciertos artistas de forma inoportuna. Y el hecho de que la teoría artística
haya definido el arte del siglo XX como corrosivo solo demuestra una cosa, que
quienes se ocupan del arte son hombres muy comprometidos políticamente pero muy
poco teóricos. Diga lo que diga el artista, bien mierda, bien oro, la labor
teórica debe ser analizar la forma y el origen de ese lenguaje, no algunos de
sus efectos, nunca las intenciones personales de su empleo.
El reto al que se
tienen que enfrentar los sabios, una vez descubierto que la corrosión no es una
definición del arte, es, no qué cosa es entonces el arte porque nosotros ya lo
hemos establecido, el reto es aceptar nuestra conclusión, que el arte del siglo
XX solo es ciencia.
Tomado de: http://revistareplicante.com/el-arte-como-lenguaje/
|