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Inicio » 2010 » Septiembre » 3 » LA CREATIVIDAD COMO MISTERIO
15.10
LA CREATIVIDAD COMO MISTERIO

 Eduardo Vigovsky




El Bosco. El jardín de las delicias



Dice la Biblia: "Al principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba confusa y vacía y las tinieblas cubrían la haz del abismo.” La creación pues, ¿es un acto desde el vacío, o es un acto desde el desorden?, ¿es un acto que organiza, ordena la realidad existente? El resultado puede ser el mismo, la aparición de una realidad nueva, pero el origen marca una diferencia.

Piera Aulagnier plantea la carencia como fuente de la creación, la fantasía como origen de la misma y termina con una apuesta casi unánime por la salud mental del creador, en tanto es, esa parte sana la única que puede reclamar para sí una capacidad que denominamos creativa. El creador lo es a pesar de su patología y no gracias a ella.

En la creatividad experimentamos la angustia que surge de la ausencia de la forma, que será trasladado a una superficie bidimensional o tridimensional. Hacer visibles las producciones del inconsciente no puede ser sino inquietante. "Ese cuadro me inquieta”, solemos decir. Así, las formaciones del inconsciente, se desplazan a la superficie, al soporte. El inconsciente desplazado a la tela permite tomar conciencia, acceder a sus expresiones.
Podemos decir, al igual que Lyotard, que nuestro inconsciente es figural antes que discursivo. El acto de hacer, la improvisación, la espontaneidad, la pulsión se relaciona con la gran creación de Freud: el dispositivo de la asociación libre, sólo que ahora en imágenes.

Nuestra psiquis no sólo responde a modelos lingüísticos. Pero sí por terapéutica entendemos cura ¿de qué tendría que curarse el artista?, ¿Qué suerte de siniestros conflictos encierran y originan su obra?

El interés del psicoanálisis por el arte aparece desde el comienzo en Freud. Hay ejemplos de sobra para quien desee hallarlos pero bástenos uno para ilustrarlo: el magistral ensayo acerca de un recuerdo infantil de Leonardo Da Vinci. Freud, por otra parte, encontraba en el arte la forma princeps de
sublimación de la pulsión. Con respecto del supuesto de que el artista creaba con la angustia que le proporcionaba su neurosis, curado de esta última perdía su capacidad creativa. Freud afirmaba que un análisis ayudaba a un artista a superar sus represiones liberando así libido capaz de ser puesta al servicio de la creación.

En Los dos principios del acaecer psíquico, Freud describe la actividad del artista como un mecanismo de apartamiento de la realidad sin caer en la psicosis y nos dice: "El artista es, originariamente, un hombre que se aparta de la realidad, porque no se resigna a aceptar la renuncia a la satisfacción de los instintos por ella exigida en primer término, y deja libres en su fantasía sus deseos eróticos y ambiciosos”.

Líbido narcisística devenida en objetal, el arte sería el vehículo mediante el cual el artista saldría de su ensimismamiento, de su tendencia natural al retraimiento y a la soledad.

El psicoanalista trabaja en una relación de amor transferencial. Desde esos riquísimos orígenes Freud plantea la sublimación. Sublimación, uno de los destinos de la pulsión más allá del cuerpo, es un concepto límite entre el psicoanálisis y la creación. Lacan no está de acuerdo, ni es posible la descarga completa de la pulsión (grado cero de la satisfacción) ni es posible la sublimación completa, como pensaba Freud que era posible en los grandes hombres, entre los que él se encontraba, naturalmente. Tampoco la sublimación lacaniana acepta el cambio de objeto y sí su cambio en la posición en la estructura del fantasma. Igualmente Lacan nos recuerda la articulación de la sublimación con la pulsión de muerte como "una voluntad de crear desde cero”.

Lo que el artista piensa producir, el fenómeno estético, Jacques Lacan lo va a identificar con la experiencia de lo bello, ubicando en lo bello esa irradiación deslumbrante, que evoca el esplendor de lo verdadero y dice que porque lo verdadero no es demasiado bonito de ver que lo bello es, si no su esplendor, al menos su cobertura.

La noción de vacío, central en toda forma de creación, lo lleva a Lacan a definir la pintura como aquello que se caracteriza por cierto modo de organización de líneas, formas y perspectivas alrededor de un vacío. Ese vacío será decisivo porque es de él que surgen las formas de goce.
Otro tema importante es el de "hacerse un nombre” a través de una obra puede suplir una carencia o forclusión del significante Nombre del Padre, es decir carencia o ausencia en su función nominante y, al mismo tiempo, determina un estar en el mundo y no solo en un mundo delirante. Sinthòme es acto creador de una obra y del ser del sujeto. Es suplir en la estructura, en lo real de la vida la función paterna: nominarse (a veces crear el nombre y hacerlo reconocer), mostrar -brindando a otros y brindándose- la posibilidad de reconocimiento del mundo cultural y repetir éste movimiento una y otra vez.

La función de mostración es una función femenina, función que encontramos en el creador y que indica también un cambio de posición subjetiva en relación al Otro, ya que asume en la creación una posición femenina, abandonando la suya, de ahí el nombre de ex-posición. Así llamamos muestra o exposición a ese momento primero de desprendimiento del objeto e inserción en la cultura, es decir, surgir como sujeto deseante; crearse el nombre y hacerlo reconocer. Esto, advertido por Lacan en el Seminario XI, sirve a Jacques-Alain Miller para distinguir dos posiciones: la del artista y la del espectador. El artista pone, coloca, su mirada en el objeto artístico. La operación de éste sobre ese objeto, la pincelada del pintor sobre el cuadro, el encuadre del realizador son depósitos de miradas como si fueran lluvia, miradas arrojadas sobre el cuadro o la pantalla.

Francoise Dolto, psicoanalista francesa, (1908 -1988), quien dedicó muchos años de su vida al psicoanálisis infantil dice que, en sus dibujos, los niños trazan el retrato de su cuerpo imaginario, es decir, cómo ellos se imaginan que son. Entonces durante las sesiones de psicoanálisis, Dolto vio a miles de niños dibujar en su presencia mientras les iba hablando. Poco a poco comprendió que lo que los niños representaban era a sí mismos, y más precisamente, una imagen de su cuerpo. Traspasemos esto mismo a la creación pictórica del artista, de una manera más sofisticada por supuesto. Así pues, el cuerpo que aparece en los dibujos o modelados del niño no es real, sino imaginario, del que el niño no posee una conciencia clara, un cuerpo (persona) compuesto no sólo de sensaciones, sino también de deseos conscientes e inconscientes, satisfacciones, carencias, fantasmas, relaciones con otros cuerpos.

"El arte es una de las cosas más necesarias en el mundo aunque no sabría decir para qué sirve.”

Decía Jean Cocteau. El artista comienza ya engañado, está fascinado por el espacio ilusorio que la pintura le ofrece, esto se le convierte en algo tan real que queda tomado por el mismo proceso que se produce en el espacio y por su atravesamiento, queda captado por los cambios que ese espacio le ofrece, por ejemplo el color, se empieza por un azul y a medida que va transcurriendo el trabajo ya aparece el rojo, eso es vivido como real, esa es la tragedia de la creación ... la cosa es que uno va ahí a eso que se le presenta tal como es y esto que aparece, no era así, podía haber sido de otra manera, es un modo de tratar de aproximarse a lo verdadero y se escurre permanentemente.
¿Qué es toda esta inagotable obra? ¿...esos cuadros, esculturas, grabados, collages, cerámicas, litografías, murales, tintas, dibujos? Un poeta se interroga desde el lugar de la creación. Dice Borges: "¿Soy yo esas cosas y las otras o son llaves secretas y arduas álgebras de lo que no sabremos nunca?”. Lacan "contesta” en Las formaciones del inconsciente refiriéndose a un final de análisis: "Ésto eres tú.” Pero el creador, de eso, nada sabe. El producto del artista es su obra misma. Tanto la creación artística como el psicoanálisis apuntan a un saber hacer con la "nada”, trabajarla a fin de extraer una satisfacción que haga la vida más soportable.

 

*Licenciado en Psicología, Psicoanalista, Profesor de Teatro y Creatividad , Docente de la Cátedra de Comunicación en la Universidad de Palermo (UP)



Tomado de:

http://www.psi-elotro.com.ar/notas/2010/10_08_agosto/la_creatividad_como_misterio.html
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