Dr. Ramón Almela. Universidad
de las Américas México
En
el artículo anterior "LAAlvaca en Chiapas, desarraigo y site-specific"
se apuntaba la necesidad de un replanteamiento de los conceptos de la
Historia del Arte sustituyendo "arte" por "cultura" y "lenguaje" por
"identidad". Esta perspectiva centra su interés mayormente en la obra
de arte, el producto y la acción del artista.
Pero, la obra es el
símbolo de la que el artista es el síntoma. Un curso de verano "La
actitud del artista" en la Universidad Carlos III, entre el 4 y el 8 de
Julio, en Madrid (www.uc3m.es) se enfoca en la actitud del creador, el
talante desde el que el artista trabaja, que constituye el punto de
partida y el condicionante fundamental de la creación. La directora,
Ana Iribas, profesora de pintura de la Universidad Complutense e
investigadora en Arte y Psicología, ha convocado un plantel
multidisciplinar de catedráticos de psicología, sociología, filosofía,
arte, dibujo, artistas y un director de cine que abordarán la actitud
del artista, la cual es determinada por factores psicológicos,
culturales, estéticos, socio-antropológicos, e incluso didácticos.
Habría
que dejar de considerar al artista como ese individuo peculiar (Ver en
critic@rte, abril 2002, "La imagen del artista actual, snobismo y
enigma"). La imagen del artista es determinada por el mito y la
realidad. En ella destaca la exaltada insistencia de un tipo de vida
desplegada con libertad fuera de las condiciones sociales. Este ideal
obtuvo su punto culminante en el concepto de "genio" afectado de la
carga mítica y heroica del Romanticismo. El genio fue una construcción
ideológica reflejo de la organización social jerárquica, que al mismo
tiempo reforzaba. Su figura, vinculada a la naturaleza, fue sustituida
con la idea del artista maldito relacionado con el entorno cultural de
la ciudad, lo urbano, como fue señalado en 1845 por Baudelaire en "El
pintor de la vida moderna". El papel social y cultural del artista
cambia. Ya Benedetto Croce, máxima figura de la estética moderna
italiana, propuso ver la imagen del artista bajo una nueva luz, la de
creador de una obra de arte, expresión de su personalidad, condensación
de un conocimiento intuitivo, y no la fomentada posición del artista
repleta de estereotipos. La expresión artística no es una clase
especial, es diferente grado. Todos los hombres son artistas en cuanto
tienen la capacidad de la imagen. Las artes plásticas son la forma más
desarrollada de la intuición-expresión.
Los artistas contravienen
el pensamiento de que son diferentes individuos, aunque algunos
psicólogos asuman los estereotipos existentes sobre el artista.
Encontré un psicólogo sorprendido al visitar mi estudio creyendo
todavía que el artista debía ser un personaje desordenado y sucio. O la
creencia extendida de que si eres un ser sensible, artista,… no puedes
dedicarte a las artes marciales; situación que encontré en mi propia
dedicación y en un violinista, campeón de Kárate. Otro de los
estereotipos es el de que los artistas no sigan rutinas, resaltando la
inspiración. Pero, decía un maestro en mi escuela enfatizando la rutina
y disciplina de trabajo como la de cualquier otro individuo: "Sí, la
inspiración viene, pero si no te encuentra en el caballete no sirve de
nada." Actitud en línea con la mentalidad del monje Zen que premia la
rutina al pensar que dentro de ella, y sólo dentro de la rutina, se
alcanza la iluminación. El trabajo del artista, como el de otras
actividades ve su resultado con la rutina, la obstinación y la
paciencia. El análisis psicológico de la creatividad distingue entre
creatividad primaria y creatividad secundaria, diferenciadas como las
fases de la inspiración, y la de su desarrollo y proceso de
elaboración. Ejemplo de esta actitud, On Kawara pintando sus cuadros
"Today" diariamente con la fecha del día en que es pintado. Chuck
Close, en un cuasi-acto de performance, realiza sus obras de puntos con
los que conforma asombrosos retratos figurativos. El propio artista
afirma "Tener una rutina, el saber qué hacer me da un sentido de
libertad y me aleja de volverme loco. Es tranquilizante".
La
locura también es un tema muy recurrido. ¿Hasta qué punto la locura
influye en las capacidades creativas del individuo? ¿Cómo afecta al
artista? La locura se ha vinculado directamente a la actitud artística
creativa, pero las explosiones neuróticas de Van Gogh no fueron las que
proporcionaron sus aportaciones. Al contrario, impedían su labor
pictórica. Era en los periodos de lucidez mental cuando se dedicaba al
arte con persistencia e intuición admirable como se revela en las
cartas a su hermano Theo. Aunque es conocido que ciertas demencias
acompañan un sentido compulsivo acerca de la pintura y el dibujo.
El
advenimiento de la tecnología médica de representación de la actividad
del cerebro, y el estudio de casos peculiares de daños cerebrales están
posibilitando un campo de estudio emergente: La Neuroestética. El Dr.
Bruce Millar, neurólogo de la Universidad de California ha documentado
una variedad de cambios creativos en la gente que sufrió daño en el
cerebro por culpa de algún golpe o derrame. Afirma que gran parte del
cerebro está dominado por la inhibición, y que el daño a un área puede
ser que libere la actividad de otra. Esta puede ser la razón de las
transformaciones en la obra plástica de dos artistas reportadas en el
corriente número "The Journal of Neurology, Neurosurgery and
Psychiatry" por el Dr. Jean-Marie Annoni en la U. Lausanne en Suiza.
Uno de los artistas, de 57 años, sufrió un leve derrame en el lóbulo
occipital cerca de la zona posterior del cráneo donde las imágenes
primitivas se forman. No mostró afectaciones motrices o de
personalidad, sin embargo, sus realizaciones artísticas experimentaron
un cambio según notaron sus amigos.
Un cambio en la red del
cerebro puede modificar la aproximación de alguien a la creatividad.
Ese resultado de un ligero derrame cerebral no es necesariamente un
impedimento, sino que algunas veces resulta en una modificación del
funcionamiento que puede aportar nuevas estrategias. Este
planteamiento, sirve de apoyo a una reflexión pedagógica en las
estrategias creativas de la enseñanza del arte: Interesándose por el
proceso creativo, la actitud creativa y la persona creativa más que por
el producto creativo hay que estimular ese proceso forzando la
reducción de las posturas inhibitorias y limitantes que residen en la
propia estructura del cerebro. Perdiendo estas inhibiciones se
desplegará y fluirá la energía que hará de la intuición junto a la
rutina de trabajo la aparición de los productos creativos.
Diferentes
disciplinas confluyen en el Arte como ponen de relieve los autores
Alberto López, Fernando Hernández y José M. Barragán del libro
"Encuentros del Arte con la antropología, la psicología y la pedagogía"
de la editorial Angle en Barcelona, 1997. Y un actualizado curso sobre
la actitud del artista, en Madrid, provocará reflexiones interesantes
sobre los cambios del rol del artista y su proceso creador en la nueva
situación como productor de visualidad del imaginario colectivo,
alejado de los estereotipos que carga la imagen del artista.
1
Doctor en Artes Visuales
Universidad Complutense de Madrid
Profesor del Departamento de Arquitectura de la Universidad de las
Américas. Puebla, México Tomado de: http://www.observacionesfilosoficas.net/actitudartista.htm
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