Apuntes Sobre Literatura PolicialAraceli Otamendi
"Enseñadme un hombre o una
mujer que no soporte las novelas de misterio y yo os enseñaré un tonto,
un tonto mañoso quizá, pero un tonto al fin y al cabo" Raymond Chandler
Dijo
Raymond Chandler, maestro del género policial negro: "enseñadme un
hombre o una mujer que no soporte las novelas de misterio y yo os
enseñaré un tonto, un tonto mañoso quizá, pero un tonto al fin y al
cabo". La literatura policial, tanto los cuentos como las novelas,
produce libros entretenidos.Combatir el aburrimiento tal vez sea
uno de los principales fines de la narración. Habría que tener en
cuenta algunas características, opiniones y la experiencia de algunos
autores del género. "A sangre fría" de Truman Capote, hechos reales en la ficción. "A
sangre fría" narra sucesos reales. El escritor norteamericano investigó
a numerosas personas y realizó entrevistas, para luego escribir el
libro. Acerca de esta novela, el escritor dijo en el prólogo del libro
"Música para camaleones": "Yo quería escribir una novela periodística,
algo en mayor escala que tuviera la verosimilitud de los hechos reales,
la cualidad de inmediato de una película cinematográfica, la
profundidad y libertad de la prosa y la precisión de la poesía. Sólo en
1959 un misterioso instinto dirigió mis pasos hacia el tema - un oscuro
caso de asesinato en una región aislada de Kansas - y finalmente, en
1966, pude publicar el resultado: "A sangre fría".
El libro esta
basado en una historia real; el asesinato de una familia de granjeros
atrapa al lector desde el inicio. La prosa seductora del autor va
armando el rompecabezas mediante una trama que mantiene el interés
permanentemente. El autor profundiza también en la sicología de los
personajes, tanto de las víctimas como de los asesinos, teniendo
siempre en cuenta el ambiente y el desarrollo de la acción. A lo largo
de la lectura, el autor va mostrando la sociedad a la que pertenecen
los personajes mientras se suceden distintos planteos éticos. No se
trata de un crimen perfecto, aquél que jamás se descubre, sino que los
asesinos son descubiertos, enjuiciados y condenados. No se trata de una
apología del delito, sino de una indagación en los hechos, en una
búsqueda de la verdad, y, en definitiva, digno de un escritor de la
talla de Capote, de un profundo conocimiento del ser humano, en una
novela narrada con maestríay que se ha convertido en un clásico del
genero. La novela policial según Jorge Luis BorgesSegún
Borges la novela policial tiene fecha de nacimiento: 1841 y su
inventor, dice es Edgar Allan Poe, quien en ese año escribió "The
Murders in the Rue Morgue" (el escritor argentino prefiere traducirlo
como "Los crímenes de la calle morgue" en lugar de "Los asesinatos en
la calle Morgue"). Entre otras cosas, Borges reconoce una virtud en las
novelas policiales, y es que la obra de arte debe tener un principio,
un medio y un fin. En cuanto al futuro de esta clase de literatura
Borges dijo que en el género policial hay mucho de artificio pero que
una vez agotadas todas las posibilidades del género, la novela policial
tendría que volver al seno común de la novela y apuntó hacia algunas
obras clásicas: Macbeth de Shakespeare, las novelas de Dostoievsky,
entre ellas "Crimen y Castigo". La misión de la novela policial, dijo
Borges puede ser recordar las virtudes clásicas de la organización y
premeditación de todas las obras literarias. La novela policial según Raymond ChandlerEl autor norteamericano, maestro del género negro distingue diversas clases de adjetivos para las novelas policiales. Novela
(o cuento) detectivesca, dice, implica que la historia se refiere
principalmente a hechos físicos y sensoriales, su descubrimiento,
organización, elucidación y conversión en una trama. La mayor parte del
género es fraudulenta en algún modo, afirma Chandler, pero cuando no lo
es constituye la forma clásica y puede utilizar con todo derecho la
palabra detectivesca. Chandler asigna el calificativo de
"misterio" considerándolo un término poco afortunado. Es el término más
genérico, dice por tratarse del que más incluye y menos excluye. En ese
tipo de narraciones no se trata de buscar al criminal correcto sino de
buscar una razón de ser, un significado para los personajes y las
relaciones, qué demonios pasó, en lugar de quién lo hizo. El énfasis
está puesto más en las personas y no en los hechos. El autor
norteamericano diferencia, entonces, a las novelas de "misterio" de las
de "suspense", porque en éstas puede haber misterio y quizá un
detective, pero forman parte de la presión externa. En estos relatos
siempre hay alguien en apuros, dice Chandler, y la historia se cuenta
desde el punto de vista de esa persona. También está el relato
detectivesco inverso, un crimen detallado y cuidadosamente ejecutado,
que requiere un descubrimiento aún más detallado. Otro subgénero
según Chandler es la "persecución", el relato parecido a una novela de
espías donde el héroe o la heroína no tiene más armas que la huida y la
ocultación. Las incidencias del caso constituyen toda la historia. Por
último Chandler habla de la "novela de crímenes", donde en una historia
hay un asesinato pero eso no la sitúa, afirma, en la categoría de
novela de misterio o detectivesca. "Crímenes perfectos", antología de textos de Ricardo PigliaEl
escritor argentino Ricardo Piglia realizó esta antología de cuentos de
varios autores donde en el prólogo dice: "El crimen perfecto es la
utopía del género policial pero es también su negación". Un crimen tan
bien ejecutado que jamás se descubre es el horizonte al que aspiran los
textos (o sus lectores) y, sin embargo, sabemos que esa expectativa
será (fatal y resignadamente) frustrada". Tampoco se trata aquí de una
apología del crimen ya que Piglia afirma: "Habría que hacer una
arqueología de las soluciones extraordinarias que a lo largo de los
años los autores de relatos policiales han inventado para resolver
casos que parecían no tener solución. Ese catálogo de sorpresas a la
vez ingenioso e ingenuo permitiría comprobar hasta qué punto el género
viene a resolver un conflicto que la sociedad no puede resolver porque
siempre habrá crímenes sin solución". Sin embargo, la narración
de estos crímenes sin resolver no se termina con el relato sino que
existe siempre la posibilidad de que alguien, un futuro investigador
deduzca quién está detrás del crimen. Así, según Piglia, muchos de los
relatos de esta antología podrían ser el primer paso de un volumen en
el que se inventaran historias que empiezan donde estos textos
terminan. La antología reúne los siguientes relatos: "El tonel de
amontillado" de Edgar Allan Poe, "La confesión de Stavroguin" de Fedor
Dostoievsky, "El difunto Mister Elvesham" de H.G. Wells, "Una cama
terriblemente extraña" de Wilkie Collins, "Los asesinos", de Ernest
Hemingway, "Una rosa para Emily" de William Faulkner, "Señor, Tú que me
ves" de Patrick Quentin, "El problema final", de Arthur Conan Doyle,
"La muerte y la brújula" de Jorge Luis Borges, "Cuento para tahúres" de
Rodolfo Walsh, "A las tres" de William Irish, "Soborno y Corrupción" de
Ruth Rendell, "La heroína" de Patricia Highsmith, "Crimen premeditado"
de Witold Gombrowicz, "La larga historia" de Juan Carlos Onetti y "El
productor Asistente" de Vladimir Nabokov. © Araceli Otamendi - Todos los derechos reservados
Bibliografía: Truman Capote: "A sangre fría", Editorial Sudamericana Truman Capote: "Música para camaleones", Editorial Emecé Raymond Chandler: "Chandler por sí mismo", Editorial Debate Ricardo Piglia: "Crímenes perfectos", Editorial Planeta Ricardo
Piglia: "Seminario Borges y el género policial", Secretaría de
Publicaciones del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y
Letras de la UBA.
Tomado de:
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